Mujeres luchando (desde el home office) por la neutralidad de la red

Las mujeres hemos sido históricamente invisibilizadas. Sin embargo, el internet nos ha servido como un espacio para podernos desarrollar profesionalmente y recibir mayor reconocimiento por nuestro trabajo. El acceso a Internet es uno de los derechos universales digitales que ha facilitado nuestro ejercicio de la libertad de expresión y la adquisición de conocimientos; por ejemplo, más de 70% de las personas que toman clases en línea somos mujeres.

Después del aumento de casos de Covid-19 reportado en México, se implementó una política de home office general. Desde ese anuncio, muchas de nosotras hemos tenido que hacer nuestros trabajos con herramientas en línea. En este escenario, nos preguntamos: ¿cómo está Internet en México para trabajar? ¿Cómo está, especialmente, para que las mujeres podamos llevar a cabo nuestro trabajo? En específico, ¿cómo nos afectaría el anteproyecto sobre neutralidad de la red que publicó el Instituto Federal de Telecomunicaciones?

El 18 de diciembre de 2019, el IFT publicó el “Anteproyecto de Lineamientos para la gestión de tráfico y administración de red” al que deberán sujetarse aquellos que presten el servicio de acceso a Internet”. Estos lineamientos representan una amenaza a la neutralidad de la red, ya que afectarían el acceso a Internet para las personas menos privilegiadas, así como a la transparencia en la red para toda la población mexicana, resultando en prácticas comerciales perjudiciales que obstaculizan la competencia entre proveedores de Internet. 

Con este anteproyecto, los proveedores de servicios de Internet podrían implementar políticas de gestión de tráfico y administración de red que resulten en la limitación, degradación, restricción, discriminación, obstrucción, interferencia, filtrado o bloqueo del acceso a contenidos, aplicaciones o servicios a los usuarios finales, comprometiendo así la libertad de expresión y el derecho al libre acceso. 

La presencia de las mujeres en la red también se vería comprometida, frenando el avance en la igualdad de oportunidades. En México, 51.5% de las internautas somos mujeres: significa que 38.3 millones de nosotras podríamos ser afectadas si este anteproyecto se aprueba. Una red neutral es el espacio ideal para la libertad de expresión de las mujeres, ya que nos permite participar e involucrarnos con mayor facilidad y hacer activismo en temas que nos conciernen y en los que históricamente nos hemos visto limitadas. 

Otro aspecto importante que se ve amenazado por el anteproyecto es nuestra libertad de comunicación, en particular, la verificación de contenidos. Retomando hechos recientes –como la campaña “El 9 nadie se mueve”– sin neutralidad de la red, nuestra libertad para comunicarnos podría verse restringida, limitando la difusión y el impacto de nuestros movimientos. Además, el anteproyecto permitiría la censura de nuestros contenidos como una estrategia que obedezca a intereses políticos.

El anteproyecto también debilitaría a las mujeres emprendedoras si se aprueba la priorización pagada. Por ejemplo, si tú quisieras empezar una start-up que da servicio de streaming, probablemente tendrías que pagarle un alto porcentaje de tus ganancias a los grandes proveedores de Internet para que te pongan en su paquete base y los usuarios tengan acceso a tu servicios. Si decides no pagar, te costaría más trabajo reclutar usuarios. 

Quitar la neutralidad de la red crea un esquema difícil para las start-ups, haciendo más difícil el panorama para las emprendedoras, quienes históricamente han recibido menos financiamiento y apoyo que los hombres. 

En el caso de las mujeres que viven en entornos rurales, quitar la neutralidad de la red haría que sus caminos para salir adelante sean todavía más restringidos. 40% de la población en México vive en zonas rurales y la mayoría son mujeres dedicadas al campo, para quienes es complicado salirse de ese esquema. El acceso a Internet en dichas áreas tampoco ayuda, ya que usualmente es lento e inaccesible

Con la propuesta del IFT, las empresas podrían limitar aún más los servicios o contenidos a los que tienen acceso, bajo el supuesto de su falta de habilidades digitales o porque consideran no pueden aportar mucho económicamente. Las mujeres en zonas rurales enfrentan estructuras que constantemente las limitan e imposibilitan el goce de sus derechos humanos y el acceso a una vida digna. Debemos pensar en cómo facilitar que el Internet sea una herramienta que empodere a estas mujeres, mientras que el anteproyecto mira hacia el otro lado.

Cómo podemos luchar por la neutralidad de la red

1. Infórmate

Consulta la postura que el movimiento Salvemos Internet ha redactado a los Comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones. 

2. ¡Participa! 

Suscribe las observaciones al IFT enviando un mensaje personal aquí. En tu mensaje puedes conectar cómo esto le pega especialmente a las mujeres. 

3. Comparte

Comparte y difunde contenido en tus redes sociales para que otras personas se informen del movimiento y puedan participar. Usa el hashtag #salvemosInternet.

¡Es importante que nos unamos y luchemos para que se respeten nuestros derechos digitales y tengamos el Internet que todas y todos queremos!

Autoras: Saiph Savage (UNAM Civic Innovation Lab), Liliana Savage (UNAM Civic Innovation Lab), Alix Gallardo (UNPlayer Gaming Communities), Michelle Díaz (Fundadora AI Learners), Angélica Guzmán (Personal investigador en Formación, Universidad Autónoma del Estado de México y Universitat Jaume I), Maricarmen Hernández C. (Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia, UNAM),  Sherley Medina (Solution Specialist Softtek), Viviana Nava (Mozilla México), Claudia Garcia (Wikimedia México), Carmen Alcázar (Wikimedia México),